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La emigración española, en 400 segundos

A mediados del siglo pasado, Europa entraba en una era de abundancia y de prosperidad mientras que los países mediterráneos vivían años de escasez y de pobreza. Mientras en España la endeble capacidad productiva arrojaba al paro a una parte de la población, en una gran parte de países europeos se buscaba mano de obra que les permitiera seguir su alto ritmo de desarrollo. 

 

Durante el siglo XIX la emigración había sido considerada un azote para la nación, por lo que suponía de pérdida de brazos, de inteligencias y de esfuerzos provechosos para la patria. Llegados los años 50 del presente siglo, la emigración se veía desde los ámbitos oficiales de manera muy distinta. El régimen franquista consideró la emigración como una válvula de seguridad ante las tensiones sociales provocadas por el paro, las huelgas y los masivos desplazamientos de las poblaciones rurales empobrecidas hacia las grandes ciudades y regiones en una fase de mayor desarrollo industrial.

 

Elaboración propia / Fuente: RTVE